Páginas vistas en total

sábado, 1 de noviembre de 2014

Las empresas sociales, ¿alternativa posible?


Desde que el hombre aparece en la tierra es casi natural su predisposición a ser un ente social, su avance no es en ningún sentido individual, los logros parecen serlo, no obstante aun cuando las genialidades puedan ser el resultado de una aparente iniciativa aislada en la suma no podrían generarse sin la existencia de la sociedad en la cual son consideradas deseables dichas propuestas, sin embargo, lo que sí puede ocurrir es que los beneficios netos puedan ser apropiados y distribuidos en condiciones que no resultan equitativas o en el mejor de los casos altamente desproporcionales. Situación que dará por resultado, pobreza, inequidad en la distribución del ingreso y el uso de recursos naturales en una condición de exceso, todo ello tendrá implicaciones sociales fuertes que impactarán de forma negativa a una buena parte de los integrantes de la sociedad, la acción correctora del Estado ha demostrado una relativa incapacidad que ha dado por resultado la acción de la sociedad civil que mediante diferentes formas de asociación ha tratado de fungir como garante de la justa asignación de costos y beneficios sociales resultantes de la acción individual.

En lo que resta del documento se desarrollan algunas características del primer sector en la economía, la actuación el Estado en una economía de mercado y cómo su actuación en muchos casos es incapaz de ejercer una acción correctiva que beneficie a la sociedad, dando paso a la intervención de un tercer sector que trata de consolidarse como una alternativa para afrontar los males sociales.

El primer sector (actividad económica privada)

Cuando Adam Smith hacía la descripción del sistema económico y de los agentes que en él participaban la idea resultaba bastante razonable y parecía claro como los agentes económicos (egoístas, individualistas, racionales y maximizadores) buscando su propio beneficio generaban un beneficio social y es que parece claro que el panadero no hace pan con el fin de que las personas puedan disfrutar de sus alimentos, no obstante el hecho de que lo haga, en realidad mejora el desayuno de las personas y no paran allí los beneficios ya que si el panadero busca maximizar su rendimiento hará el mejor uso de los recursos empleados desplazando a aquellos panaderos que sean ineficientes, lo que garantiza que solamente los mejores podrán mantenerse dentro del mercado o bien podrán entrar otros en la medida que la demanda sea mayor.

El problema es que la condición de competencia perfecta que permite lo anterior es sumamente débil y requiere de una serie de supuestos simplificadores que en la realidad no están presentes, el mejor ejemplo de que el sistema descrito por Smith tiene severas deficiencias se puede percibir en la constante falta de competencia que reflejan los mercados, la exacerbación de la inequidad de la distribución del ingreso y la riqueza así como a los eventos recesivos y de franca depresión que han denotado las economías en todo el mundo.

El ánimo de ganancia por parte de los personas se ha desbordado y en pocos casos se han valorado todos los costos en los que incurren las iniciativas empresariales, las prácticas desleales son cotidianas, el problema de la agencia se ha hecho evidente, los impactos social y medioambiental han sido infravalorados, todo ello a cambio de mejorar el rendimiento individual a costa de la sociedad en su conjunto. Decir que el sistema de producción capitalista ha fallado sería decir mucho ya que es en ese marco en el cual se ha gestado el mayor desarrollo tecnológico de todos los tiempos, la revolución tecnológica es tal que en los últimos años el avance en ciertas disciplinas llega e incluso rebasa lo que parecía antes tan sólo posible en la ciencia ficción, ahora las personas son capaces de disfrutar de ciertos adelantos tecnológicos que estaban tan sólo disponibles para el gobierno o un cierto grupo de personas, cierta tecnología se ha masificado aun cuando el proceso pueda parecer todavía lento.

Lo anterior conduce a una reflexión importante; puede el capitalismo tal como lo conocemos generar bienes y servicios que mejoren la vida de las personas sin que ello tenga como un costo importante la generación de brechas sociales, en las cuales cada vez resulta más evidente quiénes son los que tienen los recursos y quiénes han sido desplazados, la respuesta derivada de la experiencia práctica arroja un rotundo no, ya que si así fuera ya se habría dado.

En los casos en los que se puede denotar cierto grado de convergencia entre el desarrollo de la iniciativa privada y el de la sociedad se debe a la intervención de un participante peculiar denominado Estado.

El segundo Sector (la acción del Estado)

Es conocida la acción correctiva del Estado en materia de ciertos desperfectos que son ocasionados por las actividades espontáneas del mercado, por lo cual se podría pensar que dentro de aquellas actividades que le son netamente correspondientes se encuentran las relacionadas con: el respeto por los derechos de propiedad, el imprimir y mantener la competencia en la economía, suministrar a la sociedad ciertos bienes que son distintos a la gran generalidad y que se consideran problemático, así como mantener ciertas condiciones de equidad en la sociedad.

En el primer caso se puede suponer que la acción mínima que cumple un Estado es la de garantizar el derecho de la propiedad empezando con la posesión más importante para cada una de las personas que integran una sociedad y que se refiere a su propia existencia es decir su vida, pero no solo eso, el bastión en el que se sustenta gran parte del desarrollo tecnológico en la era del capitalismo se debe al derecho sobre la propiedad privada y las garantías que el Estado puede ofrecer para que eso sea real. Cuando se cumplen los derechos de propiedad ninguna persona puede despojar a otra de lo que le pertenece, ya sean bienes físicos o intelectuales, casas o empresas, etc.

Los mercados, independientemente de la competencia existente, es posible que a la larga se concentren formando asociaciones oligopólicas o monopólicas. Una vez dada la concentración es posible que los productores pierdan dinamismo y controlen de cierta manera los precios a los que se coloca el bien o servicio en el mercado, cuando eso sucede se pierde la efectividad del mercado y se generan perjuicios para los consumidores, quienes al no tener alternativas de compra no pueden ejercer su libertad de consumo lo cual origina una pérdida en su bienestar y en contra partida ganancias extraordinarias para los productores. Aun cuando los mercados de alto rendimiento, de acuerdo con la teoría, sean capaces de atraer a nuevos participantes el tiempo en el que el propio mercado puede solucionar esta distorsión puede ser bastante amplio y no hay garantía de que en efecto sean nuevos participantes y no los mismos con alguna razón social diferente.
  
En el caso de los bienes problemáticos uno destaca por sus atributos y es el caso de los bienes públicos, que de forma simple se podrían definir como ciertos bienes o servicios cuyo suministro no está en el deseo de los particulares, dada cierta incapacidad por apropiarse de los beneficios generados en dicho suministro y es que los bienes públicos tienen ciertas características económicas que los hacen diferentes de los bienes privados o normales, una de sus distinciones más interesantes es que no se puede cobrar por su suministro dado que tienen baja capacidad de exclusión al no mediar un precio en el suministro. Los bienes libres son otro caso claro de bien problemático como puede ser el aire del que nadie ostenta la propiedad pero todos son beneficiarios, su contaminación se da en un contexto donde no hay un costo por hacerlo y los costos por no hacerlo son amplios, en el mejor de los casos ninguna persona en sus cinco sentidos tiene como propósito el contaminar el aire sin embargo en muchas de sus actividades como pueden ser  sus desplazamientos cotidianos genera contaminación, a eso se le conoce como una externalidad negativa y sucede por la condición de costos comentada con anterioridad, lo que hace el Estado es imponer un costo al contaminar para que la condición de costo-beneficio sea mejor valorado por, en este caso, los conductores.

Por otra parte las economías de mercado suelen ser muy similares en su funcionamiento al juego de monopolio, en el cual aun cuando las personas comienzan con la misma dotación de recursos a la vuelta de algunos giros de tablero tan sólo uno es el ganador dejando en la bancarrota al resto, algo similar pasa en las economías de mercado la concentración del ingreso y la riqueza va dando mayor posibilidad a unos pocos, postrando en la mediana a un grupo más amplio y en la franca miseria a una proporción elevada. La responsabilidad del Estado es generar condiciones extramercado que puedan incidir en que la inequidad social no llegue a extremos que resulten ética y moralmente inaceptables y claro que tampoco dichos extremos condicionen la buena marcha de la economía.

A groso modo esa es la interacción que tiene el primero y segundo sector (público y privado) y es una forma de caracterizar una economía mixta, en este momento vale la pena hacer la siguiente reflexión ¿En dónde se gesta la desgracia de la sociedad? denotada por índices de pobreza extrema, desigualdad de oportunidades, analfabetismo, falta de atención médica, etc.

Para muchos una respuesta simple y sencilla sería condenar el sistema de producción vigente, es decir el capitalismo, sin embargo se mencionaba en líneas anteriores que el grado de avance de la sociedad bajo ese sistema ha sido brutal y eso ha propiciado que muchas personas puedan tener acceso a bienes o servicios que en otros tiempos eran exclusivos de reyes o bien incluso ni siquiera de ellos por no existir. Habría que cuestionarse para qué sirve el capitalismo y qué es lo que queda fuera de su alcance. ¿Qué se le puede pedir al capitalismo? Que sea un sistema en el cual se desarrollan grandes ideas que pueden mejorar la condición de la sociedad, parece que eso se puede pedir. ¿Se podría también solicitar la eliminación de la pobreza y la desigualdad? Es posible que no, de hecho en muchos de los países que son desarrollados y que logran menores índices de pobreza y de inequidad es por la acción del Estado.

Parece una idea aventurada pero no por ello imposible pensar que la pobreza e inequidad dentro de la sociedad es más responsabilidad del Estado que del sistema de producción capitalista. El Estado no ha servido como medio de contención a los deseos individuales de las personas, más aun en cierta medida ha jugado a favor de los ganadores, generando con ello una situación más exacerbada.

¿Es el capitalismo haciendo lo que sabe hacer y el Estado no funcionando en concordancia con lo que tendría que hacer lo que abre la puerta a una necesaria intervención de la sociedad mediante diversas formas de asociación? La respuesta está dada y avalada en la práctica por los nuevos esquemas de asociación, que dicho sea de paso no son tan nuevos, pero sí se han intensificado.

El tercer sector (¿alternativa posible?)

El tercer sector parte de una complejidad para su propia comprensión y es que alrededor de él subyacen diferentes manifestaciones y movimientos como puede ser la economía social, economía solidaria, economía social de mercado, emprendedurismo social, la empresa social, etc. Pero independientemente de cómo se denomine lo interesante es que se presenta como una respuesta a las prácticas de producción y consumo depredador detentadas por el sistema de producción capitalista.

El ánimo de lucro dentro de la sociedad se traduce en una producción en masa que tiene que ser acompañada de un consumo masivo, la idea de la economía social es modificar las formas de producción y consumo cambiando los incentivos que han generado un consumo desmedido de satisfactores, la economía social más o menos trata sobre un cambio social que tiene que ver con las medidas a nivel de política pública necesarias para disminuir el poder del primer sector y propiciar con ello una acción más intensiva del Estado, a esa forma de acción en algunos casos se le ha dado el nombre de socialismo del siglo XXI, idea que se ha asentado en Venezuela, Bolivia y Ecuador, países en los cuales se han dado cambios sustanciales que pretenden modificar sus estructuras económicas, políticas y sociales, dichos países a decir de Serrano y Mutuberría (2010) empezaron a cuestionar el crecimiento como objetivo fundamental, el desarrollo como el paradigma único y al Estado de bienestar como el garante de los derechos.

La economía social es aquella actividad que no forma parte del sector privado y del sector público, es un camino hacia una economía al servicio de la sociedad, es una forma de hacer una economía diferente que ataque los problemas que aquejan a la sociedad y que no son resueltos por la acción del mercado ni del Estado. En el mejor de los casos la economía social no pretende remplazar al mercado, surge como una institución más que cubre aquellos huecos que no han sido debidamente atendidos por el mercado y el Estado, la idea consiste en la distribución del ingreso, la estabilidad económica, el crecimiento sustentable, etc.

Siguiendo a Serrano y Mutuberría (2010), se pueden apreciar dos enfoques teóricos respecto a la economía social, el primero de ellos, el llevado acabo por Venezuela, Bolivia y Ecuador con sus debidas diferencias, consiste en ver a la economía social como una fuerza que incide en la consolidación de otro tipo de economía que se basa en una producción canalizada a los impactos sociales y no sólo a las utilidades económicas, que genera satisfactores para los miembros de la sociedad y no se ve determinada por la ganancia o la acumulación excesiva. El segundo enfoque supone que las soluciones se pueden ofrecer sin romper con la producción capitalista actual y entre otras cosas se sustenta en:

·         Ser una economía de “pobres para pobres” la economía social se asocia a los programas de combate a la pobreza e intenta ofrecer a los pobres alternativas para que mejorando su estado actual, en el futuro sean capaces de romper con las restricciones que no les permiten salir de su situación. La iniciativa se da principalmente por parte de la sociedad mediante diferentes formas de asociación y en muchos casos los fondos con los que operan provienen de recursos presupuestales nacionales o internacionales, así como de aportaciones de la propia sociedad civil;

·    Consolidar o llegar de nueva cuenta a los viejos estados de bienestar. Dada la hegemonía que ha mantenido el pensamiento económico neoclásico en la consecución de las políticas económicas se dio por norma la disciplina fiscal mediante la reducción del gasto público, en ese sentido el espacio no atendido por el gobierno en ciertas funciones sociales son abordadas por la sociedad civil con fondos públicos y es que resulta relativamente menos oneroso para el Estado destinar fondos de apoyo a asociaciones civiles que mantener estructuras públicas que en algunos casos trabajan con exceso de recursos humanos;

    El desarrollo de las empresas cooperativas en actividades de producción, comercio y prestación de servicios que deben atender a los parámetros de eficiencia y eficacia en la utilización de los recursos y en la responsabilidad social.

Es en el segundo enfoque en el cual la empresa social toma una participación amplia y trata de corregir aquellos fenómenos y eventos que son inherentes a la producción capitalista y que no son atendidos o resueltos por el Estado, es en esta matización teórica en la cual el emprendedurismo social tiene mucho que hacer y en la medida que sea capaz de compensar o frenar los males que ha traído consigo la acción del mercado como es la pobreza, la inequidad en la distribución del ingreso y la degradación del medio ambiente, podrá ser una alternativa para que se siga manteniendo el sistema de producción actual.

Si la empresa social no es capaz de revertir dicha condición la primera matización teórica podrá tomar mayor fuerza si es capaz de sortear ciertos problemas que en la operación han mostrado los países latinoamericanos que hasta el momento optaron por esa posibilidad, como son: los escenarios inflacionarios, la dependencia tecnológica, el ser países monoexportadores, el incremento de las estructuras de gobierno con el consecuente incremento del gasto, la baja recaudación, etc.

Por su parte la empresa social también en el futuro no lejano tendrá que sortear problemas tales como las fuentes de financiamiento, la autonomía de acción y gestión, la eficiencia en el uso de sus recursos y el cumplimiento de sus objetivos, la disyuntiva entre crecer o mantener operaciones más a nivel de estructuras celulares, etc.


En conclusión se podría decir que el tercer sector denotado por la empresa social es ya parte del entorno de la sociedad y en los próximos años se espera que su presencia sea mayor ampliándose incluso su esfera de competencias y áreas de acción.

E.R. Cedillo

No hay comentarios:

Publicar un comentario